He estado viviendo el Ironman de público y ha sido una experiencia muy gratificante. Aquí es donde de verdad ves a la gente con ganas de pasarlo bien y disfrutar de este deporte, hay competición sí, pero muchos de los participantes lo único que tienen en mente es acabar y disfrutar de la experiencia, no es como en los triatlones de corta distancia donde los participantes van más a competir. Al menos es mi sensación.
Ves a participantes de todos los estilos posibles, gente muy preparada y otra no tanto, pero que tienen un gran mérito ya sólo por el hecho de acabar esta dura prueba, de la más dura del mundo. Ya sólo con pensar que se debe nadar 3,8 Km ya uno se lo piensa dos veces antes de participar, además del recorrido en bici que es bastante complicados por su altimetría y sobretodo por el viento que pega en la isla.
Y una vez terminas esto pues venga que sólo te queda correr una maratón y finalmente será un IRONMAN.
Debe ser emocionante acabar una carrera como esta con gente aplaudiendo hasta que llega el último, es una comunión de buen rollo y diversión, por el esfuerzo realizado durante todo el día, lo que hace que los triatletas aún llegando desfondados con el ánimo de la gente hace que puedan correr esos últimos metros con fuerza sabiendo que lo han logrado.
En definitiva ha sido genial poder ver en persona esta prueba y lo que me hace pensar es que tarde o temprano debo ser yo al que aplaudan, aunque sea el último, esa experiencia hay que vivirla.
David Segado.
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